La percepción de la situación nacional en Argentina revela una marcada polarización, donde el desencanto convive con la esperanza respecto al futuro económico y político. Así lo demuestra la más reciente Encuesta Nacional sobre Percepciones y Participación Electoral, desarrollada por Insight 21, el think tank de la Universidad Siglo 21, que indaga en las emociones, expectativas y motivaciones de la ciudadanía en el actual contexto social y político.
El relevamiento, realizado por el Observatorio de Tendencias de Insight 21 bajo la dirección de Mauro Solano entre el 28 de agosto y el 12 de septiembre de 2025, abarcó a más de 1.000 personas en las principales ciudades del país. Los resultados evidencian un electorado dividido y un clima crítico hacia el presente, aunque persisten expectativas optimistas sobre el porvenir. Según el informe, 1 de cada 2 argentinos considera que la situación nacional es mala o muy mala, mientras que 1 de cada 4 la califica como buena o muy buena. A pesar de este panorama, 4 de cada 10 encuestados confían en que la economía mejorará en los próximos 12 meses, lo que pone de manifiesto la coexistencia de sentimientos de frustración y optimismo.
El compromiso con la democracia se refleja en la intención de voto: el 76,8% de los consultados manifestó una decisión firme de participar en las próximas elecciones, superando ampliamente a la posible abstención, que alcanza el 22,0%. Este dato, según el estudio de Insight 21, indica una fortaleza institucional, aunque también se detecta una demanda significativa de mayor representatividad y calidad en las instituciones. Entre quienes consideran la abstención, las principales razones son la desconfianza política y la percepción de falta de opciones representativas.
En cuanto al clima emocional, la investigación revela que la evaluación del presente es predominantemente crítica, pero se combina con expectativas moderadamente optimistas para el futuro inmediato. El 30,1% de los argentinos encuestados expresó preocupación por su situación económica en el corto plazo, mientras que el 19,8% mantiene la esperanza. Las problemáticas que más inquietan a la sociedad son la pobreza (56,6%), la inseguridad (51,3%) y la corrupción (49,6%), consolidándose como los ejes centrales de la agenda pública.
El análisis de las emociones hacia los actores políticos muestra que el gobierno nacional genera un 53,8% de emociones negativas —como bronca, desconfianza, desilusión y miedo— y un 39,1% de emociones positivas, entre las que predominan la esperanza, la confianza y el orgullo. Por su parte, la oposición despierta un 60,7% de emociones negativas y solo un 22,7% de positivas. La indiferencia hacia la oposición (14,5%) duplica la registrada hacia el gobierno (6,5%), lo que sugiere que el oficialismo provoca un mayor involucramiento emocional, tanto en sentido positivo como negativo.
La edad emerge como un factor determinante en la construcción del optimismo. Entre los jóvenes de 16 a 29 años, el 32,8% evalúa positivamente la situación general del país, frente al 21,4% de los adultos de 60 a 69 años. Esta diferencia se acentúa al analizar las expectativas económicas: la mitad de los jóvenes confía en una mejora en el próximo año, mientras que entre los mayores de 70 años esa expectativa alcanza el 43,3%. Así, la juventud se posiciona como el grupo etario con mayor esperanza frente a la coyuntura nacional.
El nivel educativo también modera el pesimismo extremo. Entre quienes solo cuentan con estudios primarios, el 64,1% califica la situación nacional como mala o muy mala, mientras que entre los universitarios esa proporción desciende al 50,9%. Además, los sectores con mayor nivel educativo tienden a priorizar problemáticas estructurales de largo plazo, como la educación, mientras que quienes tienen menor escolaridad se enfocan en preocupaciones inmediatas, como la inflación o el desempleo.
Respecto a las motivaciones electorales, el estudio señala que el 69,9% de las razones para votar están vinculadas a la política nacional, ya sea por apoyo o por oposición. Las motivaciones de respaldo superan a las de rechazo, lo que indica una mayor disposición de la ciudadanía a acompañar propuestas y liderazgos que a castigar gestiones.
El escenario electoral para las próximas elecciones legislativas se presenta equilibrado: el 45% de los encuestados apoya al oficialismo, mientras que el 42,3% se inclina por opciones opositoras. El grupo de indecisos, que representa el 20%, podría definir el resultado. Entre los jóvenes de 16 a 29 años, la preferencia por el oficialismo asciende al 52,5%, en tanto que los adultos de 60 a 69 años muestran una mayor inclinación hacia la oposición (49,6%).
Florencia Rubiolo, directora de Insight 21, destacó el propósito de la investigación al afirmar: “Nuestro compromiso es poner la investigación de excelencia universitaria al servicio de la sociedad. Aportar datos confiables y análisis profundos de los mismos permite comprender mejor las dinámicas sociales y políticas, y contribuye a fortalecer el sistema democrático en nuestro país”, según expresó.









